¿Quién soy?

“Estoy aquí para centrarme en la historia y las lecciones, no en quién soy. Mi objetivo es ayudarte, no buscar atención.”

ROCKO RICCI

“No soy un gurú del fitness ni un coach de vida. Soy solo alguien que encontró una forma de hacer que las cosas más o menos le funcionen, y quiero compartirlo contigo.”

Esta es la historia que nunca pensé que compartiría. Primero, porque no creía que fuese necesario. Luego, porque la vida puede llegar a ser tan complicada que intentamos resolver todos los problemas que nos rodean antes de atrevernos a trabajar en nosotros mismos.

Pero no me culpo. Nadie nace sabiendo cómo manejarlo todo. Venimos de contextos absurdos, creencias religiosas limitantes y pensamientos arraigados que aceptamos y asumimos como normales, sin cuestionarlos.

No estoy aquí para contar toda mi vida ni para publicar fotos de mi cara y cuerpo diciendo: “Miren qué maravilloso estoy ahora.” Creo que ya hay suficientes blogs así. Yo vengo con el corazón en la mano a compartir parte de mi historia personal, de crecimiento en muchos aspectos. Todos con un camino complicado y difícil, porque no existe el camino fácil a nada. Pero cuidado, no confundamos difícil con imposible; cada paso, por pequeño que sea, nos acerca más a la meta.

Nací y crecí en medio de una familia caótica. Sí, caótica, que no católica, y eso marcó mucho de mi perspectiva de vida. Fue en los años 80, 1985 para ser más exactos. Éramos cuatro hermanos, todos buenos estudiantes, pero también todos arrastrando los mismos traumas generacionales y familiares. Traumas que, como una herencia invisible, moldearon nuestra forma de ver el mundo. Todos, de una forma u otra, desarrollamos cierta obsesión con el perfeccionismo y el control.

Desde pequeño, te encuentras razonando con las ideas que tus padres te meten en la cabeza: cómo se supone que eres, cómo debes comportarte, e incluso cómo no deberías ser. Estas creencias, con el tiempo, se convierten en un eco constante que condiciona tus decisiones. Y si a todo esto le sumamos que nací en el llamado tercer mundo, el resultado es una mezcla peculiar de oportunidades limitadas, resiliencia forzada y una vida que, por momentos, parece un cuento extraño, lleno de retos pero también de aprendizajes

Te invito a que te quedes y me acompañes en este viaje de descubrimientos. Quiero contarte todo lo que he aprendido sobre la vida: las cosas buenas, las lecciones inesperadas y esas verdades que siempre han estado ahí, pero que a veces pasamos por alto. Este es un espacio para reflexionar con sinceridad, sin juzgarnos, y para ser más conscientes de las decisiones que tomamos cada día. Espero que encuentres aquí inspiración para tu propio camino, y, si te animas, me encantaría que compartas también tus experiencias. Porque al final, crecer y aprender es algo que hacemos mejor cuando lo hacemos juntos