¡Estoy listo para cambiar! Pero tengo miedo a fallar

Cambiar es aterrador. Nos enfrentamos a la posibilidad de fracasar, de retroceder y, a veces, de no cumplir con nuestras propias expectativas. Pero, ¿qué tal si el miedo no es el problema? Tal vez, como yo solía creer, el verdadero obstáculo está en el enfoque.

El mito de la perfección

¿Por qué pensamos que fallar un día en una dieta equivale a fracasar por completo? ¿Por qué ese extremismo nos lleva a abandonar todo a la primera señal de imperfección? La realidad es que no somos perfectos, y eso está bien. Lo que importa es el progreso, no la perfección.

Imagina que te saltas un entrenamiento o comes algo que no está en tu plan. Eso no invalida todo el esfuerzo que has hecho hasta ahora. Al contrario, es una oportunidad para reflexionar y seguir adelante. Cambiar no se trata de nunca fallar; se trata de aprender a levantarse.

Los cuentos que nos contamos

Muchas veces, el problema no son nuestros hábitos en sí, sino las historias que nos contamos sobre ellos. Por ejemplo:

  • “Siempre he sido así, no puedo cambiar.”
  • “Es que tengo un día muy estresante, merezco este antojo.”
  • “No tiene sentido intentarlo si no puedo hacerlo perfecto.”

¿Te suenan familiares? Estos cuentos nos frenan y nos mantienen atrapados en el mismo lugar. Pero aquí está la clave: ¡tú no eres esclavo de tus pensamientos ni de tus hábitos pasados! Lo que importa es lo que decides hacer ahora mismo.

Cada vez que te descubras poniendo excusas o justificando un mal hábito, hazte esta pregunta: “¿Qué cuento me estoy contando ahora mismo?” Reconocer las historias que te limitan es el primer paso para reescribirlas.

El poder del sentido común

A veces, queremos soluciones mágicas, estrategias complejas o reglas extremas para cambiar nuestras vidas. Pero en realidad, lo que necesitamos es volver a lo básico: el sentido común.

  • ¿Sabes que fumar te hace daño? Comienza a reducirlo.
  • ¿Sabes que beber menos mejorará tu salud? Hazlo de forma gradual.
  • ¿Sabes que los alimentos procesados no te hacen bien? Encuentra alternativas saludables.

No se trata de hacer todo perfecto de inmediato, sino de avanzar con sentido común y de manera sostenible. ¿Cuál es el siguiente paso pequeño que puedes dar hoy?

Un cambio de mentalidad

Una de las transformaciones más importantes en mi vida comenzó cuando empecé a leer e investigar sobre el cerebro humano. Entendí que nuestros hábitos y pensamientos no están grabados en piedra. El cerebro es moldeable, y cada pequeña acción cuenta. No importa quién hayas sido hasta ayer; lo que importa es quién decides ser ahora.

Por eso, no te castigues por tus errores. Aprende de ellos, ajústate y sigue adelante. Cambiar no es un destino, es un proceso continuo.

Si decides mantener un mal hábito, asúmelo. Si decides cambiar, hazlo con todas tus fuerzas y sin cuentos que te limiten. Recuerda que no necesitas ser perfecto para progresar. Solo necesitas comenzar y seguir avanzando, un paso a la vez.

¡Y, por supuesto, hazlo con sentido común! ¿Estás listo para escribir una nueva historia para ti mismo? ¡Vamos a ello!